viernes, 22 de abril de 2011

retenida y dócil

Camina alrededor de la pileta.
Se arrugan mis manos de solo mirar.
Bajo los ojos para no ver .
Me sale algo parecido a la tos.
Rompo el silencio que me aturde con eso,
algo apenas parecido
a algo que me recuerde que tengo voz.

El ruido del agua , de la manguera aterradora
¿cuanto tiempo màs en este jardìn?
Viendo como caen una por una las hojas
y còmo voy vaciàndome de lo que en
perfectas dosis me fuiste regalando.

Unos perros negros que corren a saludarme
y yo , con una sonrisa distinta ( retenida y dòcil )
trato de abrazarlos con toda consideraciòn.
Porque son inocentes.No saben.No entienden .
Eso digo yo , mientras los acaricio dolorida .
Pero igual me doy cuenta
ellos saben lo que tengo,
saben de manera detallada lo que siento .
Y por eso , miro agradecida ,
como acostados desde el pasto
me demuestran su infinita compasiòn.

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