domingo, 19 de diciembre de 2010

es triste

Supurantes como el nàcar
veo resplandecer
mis dientes lustrosos.
Veo el resplandor , y los veo
cuando mastico
una crujiente y liviana
pechuga de pollo
que llora.
Recordando (rememorando)
el dìa que rompiò el huevo.
Un dìa tranquilo de sol
sin viento.
Caminò tropezando hasta la
bajada del rìo..
Se oìa el agua , habìa pàjaros , y una suave brisa a lo lejos
rozando las hojas de algùn almendro..
Ahora llora ,
y seguro que llora ,
pero yo no lo escucho
no puedo oìrlo,
porque como es debido
yo lo mastico,
hasta que asoma el cartìlago.

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