miércoles, 26 de enero de 2011

visitas de verano

Llueve despacito...
esas personas conversan bajito..
gotas resbalan desde la ventana
y caen lentamente sobre
mis rodillas.
Alguien llega.
Apago la luz para no ser vista.
Escucho las voces que deciden
si beber una copita de anìs
ò por la humedad y el calor ,
tomar un heladito en cualquiera de las copas
de vidrio tornasoladas ,
de otra època,
que duermen en el segundo estante
del modular ..
La vista se me acostumbra a la oscuridad ,
y hasta me gusta
como los sillones verdes , ahora desaparecen
y las paredes no estàn..
Busco en alguno de mis bolsillos la nota que me diste
y ahora que no puedo leerla
y que las gotas siguen cayendo
despacito ,
mojando suavecito ,
ese papel en mi mano
va a decir lo que yo quisiera que dijeras.

Asì , me duermo un ratito..

Las visitas se van , el pasillo queda vacìo..
Làmparas de telas color vainilla , altas y plisadas ,
dejan que (por debajo de la puerta )yo vea si alguien pasa ,
si esa lìnea de luz àmbar se mueve de pronto.

Y enseguida vuelve la quietud .

Y el viento ...
que mueve algunas hojas , provocando
un sonido lejano que adormece ..
y que hace sonar la pequeña campanita de vidrio que cuelga de la puerta
que ahora se abre...

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