sábado, 27 de noviembre de 2010

la foto

Mar de azules .
Mar de brotes.
Mar de rayas.
La mujer que anoche durmió
con un ojo abierto
camina despacio,
acomodando almohadones que ya están
gastados
por dentro .Por fuera intactos .
Recorre el estar buscando una foto.
La compuesta , la solitaria.
Esa de la mirada eterna , quieta y aburrida.
No está .Se la deben haber llevado
confundida entre los relojes.
Entre los enojos.
Voltea y apaga la luz.
Arrastrando los pies.
Piso lustroso y párpados cansados .
El pasillo se alarga iluminado al costado
por el velador
de la primera a la derecha.
El empapelado se ilumina también
mitad hambre , mitad ilegible.
Es que no es lo mismo,
luz fuerte y penumbra.
Tocan a la puerta.
Ella no la oye.
Abre los ojos
cómoda en la cama mira las 9:00
y ahora tocan a la puerta.
La foto en blanco y negro
se desplaza y
se le viene encima.
Él no se mueve , se deja llevar.
Y ella no lo lamenta ;
no estorba sus movimientos
no simula sus ansias.
El papel frío la despierta.
Se raspa las manos en el borde
tan filoso , y se estremece .
Y lo abraza con fuerza .
Lo abraza , y cuando se acuerda ,
cuando se dá cuenta
despega la foto de su esquina,
la saca al pasillo y le dá
llave a la puerta.
Mareada se duerme.
Ni luz , ni penumbra.
Silencio.

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